En el periodo estival es especialmente importante cuidar la piel de rostro y todo el cuerpo.
La exposición solar, las actividades al aire libre, el cloro de las piscina o el cambio de hábitos alimentarios son solo algunos de los elementos que pueden hacer mella en nuestro cutis y resto del cuerpo.
Tener éstos en cuenta para minimizar sus efectos nos ayudará a pasar un verano estupendo sin que nos afecte a nuestra dermis.
Principales aspectos a tener en cuenta en el cuidado de la piel en verano
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Hidratación
Las altas temperaturas, la exposición al sol y las actividades al aire libre reducirán la cantidad de agua en nuestro cuerpo.
Nuestra piel, al igual que el resto de órganos, necesitan estar correctamente hidratados para funcionar al 100%.
Ten en cuenta este aspecto cuando vayas a la playa, pasees o simplemente estés en algún sitio en el que haga una temperatura mayor.
Bebe agua, zumos y bebidas isotónicas que te ayuden a recuperar la hidratación perdida.
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Cambio de hábitos de alimentación y sueño
Muy relacionado con lo anterior, el cambio en nuestras rutinas de comida y para dormir en verano afecta a nuestra piel también.
Minimiza sus efectos en tu salud en general recuperando horas de sueño cuando te sea posible. Así como incluyendo un mayor número de frutas y verduras frescas en tu alimentación veraniega.
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Exposición solar
Las tomas de sol y la mayor incidencia de los rayos solares en verano deshidratan nuestra piel y pueden ser causantes de arrugas e imperfecciones.
Como ya explicamos en el extenso artículo sobre protectores solares, éstos nos ayudan a paliar los efectos del sol en nuestra piel.
Evita las horas centrales del día y protégete continuamente, aunque esté nublado o lleves ropa. Pon especial cuidado en las pieles de jóvenes, mayores y partes del cuerpo más sensibles como rostro, labios, ojos, escote, cuello u hombros.
Usa gafas de sol, pamelas, pañuelos, sombrillas, etc. No dejes tu piel al sol demasiado tiempo o desprotegida.
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Ropa, calzado y cloro de piscinas
La ropa nueva o el calzado que no solemos llevar, así como las mochilas, pueden crearnos rozaduras. Trata estas partes de tu cuerpo limpiando y cuidando con mimo.
El cloro de las piscinas es un elemento agresivo para nuestra piel. Dúchate enseguida de abandonarlas y si puedes hazlo con más esmero en tu casa.
Rutinas para cuidar la piel en verano
El proceso de cuidado de la piel en verano no se diferencia del que deberíamos llevar en general salvo en los cuidados paliativos para los elementos a los que nos referíamos anteriormente.
Limpieza
Aplicación de un buen tónico para nuestro tipo de piel a diario.
Hidratación
Leches regeneradoras y cremas hidratantes nos servirán para recuperar agua en nuestra piel después de cada ducha o baño
Protección solar
Importantísimo. Media hora antes de cada exposición y continuamente por todo el cuerpo. No te fíes de días nublados o de «no estoy en la playa».
Tras la exposición solar podemos utilizar productos regeneradores.
Cuidado con los exfoliantes
La exfoliación que tan bien nos viene durante todo el año, puede ser contraproducente si tenemos la piel sensible por el sol. En caso de duda no apliques exfoliante.
Disfruta del periodo estival
Puedes continuar con tus tratamientos habituales en verano, pero no te apliques productos o perfumes antes de exponerte al sol, pues pueden dejarte manchas.