El pasado 21 de Diciembre entramos de cabeza en el Invierno, la época más fría del año. Esta estación nos trae cosas especiales como la Navidad, y con ella familia, regalos, banquetes y momentos especiales.
Pero el frío también puede causar en nuestra piel ciertos efectos que pueden alterar su aspecto y su estado, con síntomas reconocibles que pueden ser tratados.
Con la bajada de las temperaturas, se produce un fenómeno llamado vasoconstricción, producido por una contracción de los capilares que causa una irrigación menor. El oxígeno y los nutrientes llegan a las células con mayor dificultad, lo que causa que el aspecto de la piel sea apagado, esté tirante y agrietado y como consecuencia pueden aparecer rojeces en la superficie del rostro.
Llegado este punto, aunque siempre es importante cuidar y proteger nuestro rostro, es necesario conocer la importancia de un cuidado extra cuando se produce una bajada de temperaturas
Si nuestra piel no recibe los nutrientes que necesita, empezará a deteriorarse y aparecerán los primeros síntomas.
¿Qué productos son los más adecuados?
Son especialmente buenos aquellos que contienen elementos como la Vitamina C y la Vitamina E. Aunque se trata de ingredientes que van a venir bien en todas las épocas del año, ayudan a dar firmeza y a la producción de colágeno.