A menudo existe la creencia de que las pieles jóvenes apenas necesitan cuidados, ya que normalmente lucen sanas y limpias de manchas o arrugas. Es un error común pensar esto, ya que se trata de prevenir los futuros problemas que puede traer una piel desatendida.
El problema es que cuando empezamos a ver los primeros signos del envejecimiento, es cuando tratamos de emplearnos un poco más a fondo en cuidar nuestro rostro. Esto es un paso que debería darse antes para emplear la prevención como mejor solución.
Es verdad que el paso del tiempo siempre acabará afectando a nuestro cutis, pero si aplicamos los productos específicos para cada edad y cada tipo de piel, estaremos adelantándonos y proveeremos a nuestros rostro los ingredientes que necesita.
Por eso es importante establecer una rutina que cumpla ciertos pasos que ayudarán a retrasar los signos del envejecimiento:
- Limpiar y desinfectar la piel en profundidad, tanto si usamos maquillaje como si no, ya que durante el día se encuentra expuesta a muchos factores externos que se van acumulando en la superficie, ensuciándola y tapando los poros.
- Tonificarla, para procurar que se mantenga fresca y firme
- Hidratarla a diario, con un producto específico durante el día y otro durante la noche que aporte a la piel los nutrientes que necesita en cada momento del día.
Con el propósito de mantener la piel joven hidratada y proveerla de los ingredientes que más necesita, en Alan Coar desarrollamos la Línea Pielcop. Con ingredientes como el Aloe Vera, extracto de pepino, oligoelementos o ceramidas, aporta frescura a la piel y los nutrientes que necesita para restablecer su equilibrio natural.